Es difícil conocer los orígenes de la Estadística.
Desde los comienzos de la civilización han existido formas sencillas de
estadística, pues ya se utilizaban representaciones gráficas y otros símbolos
en pieles, rocas, palos de madera y paredes de cuevas para contar el número de
personas, animales o ciertas cosas.
Los comienzos de la estadística pueden ser hallados en
el antiguo Egipto, cuyos faraones lograron recopilar, hacia el año 3050 antes
de Cristo, prolijos datos relativos a la población y la riqueza del país. De
acuerdo al historiador griego Heródoto, dicho registro de riqueza y población
se hizo con el objetivo de preparar la construcción de las pirámides. En el
mismo Egipto, Ramsés II hizo un censo de las tierras con el objeto de verificar
un nuevo reparto.
Pero fueron los romanos, maestros de la organización
política, quienes mejor supieron emplear los recursos de la estadística. Cada
cinco años realizaban un censo de la población y sus funcionarios públicos
tenían la obligación de anotar nacimientos, defunciones y matrimonios, sin
olvidar los recuentos periódicos del ganado y de las riquezas contenidas en las
tierras conquistadas. Para el nacimiento de Cristo sucedía uno de estos
empadronamientos de la población bajo la autoridad del imperio.
Durante los mil años siguientes a la caída del imperio
Romano se realizaron muy pocas operaciones Estadísticas, con la notable
excepción de las relaciones de tierras pertenecientes a la Iglesia, compiladas
por Pipino el Breve en el 758 y por Carlomagno en el 762 DC. Durante el siglo
IX se realizaron en Francia algunos censos parciales de siervos. En Inglaterra,
Guillermo el Conquistador recopiló el Domesday Book o libro del Gran Catastro
para el año 1086, un documento de la propiedad, extensión y valor de las
tierras de Inglaterra. Esa obra fue el primer compendio estadístico de
Inglaterra.
Aunque Carlomagno, en Francia; y Guillermo el
Conquistador, en Inglaterra, trataron de revivir la técnica romana, los métodos
estadísticos permanecieron casi olvidados durante la Edad Media.

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